El RACC detecta falta de señalización en el polémico radar de Torredembarra
29-01-2012 / 13:20 h
Rafa Quílez
Torredembarra (Tarragona), 29 ene (EFE).- Un informe del RACC sobre el polémico radar móvil de Torredembarra, que ha permitido imponer unas 9.000 sanciones en los últimos diez meses, detecta una falta de señalización en los tramos de salida del núcleo urbano.
El informe, titulado "Análisis de los límites de velocidad en las entradas de Torredembarra" y al que ha tenido acceso Efe, se ha redactado este mes después de que el RACC recibiera consultas y solicitudes de apoyo jurídico por parte de algunos socios de esta entidad, que habían sido multados por el radar móvil y que se quejaban por la falta de señalización del mismo.
El Ayuntamiento de Torredembarra instaló hace unos meses un radar móvil en la antigua N-340, en el tramo que une la C-32 (carretera de La Riera) y la T-210 (carretera de La Pobla), que ha multado en este tiempo a centenares de vecinos de Torredembarra, La Pobla de Montornès, La Riera de Gaià, La Nou de Gaià y Altafulla.
La Policía Local de Torredembarra había impuesto estas sanciones porque se trata de una vía urbana, donde la velocidad legal máxima es de 50 kilómetros por hora (km/h), pero los conductores desconocían esta limitación y seguían circulando a entre 70 y 80 km/h.
Los afectados, unas 3.000 personas en un municipio de 15.000 habitantes, crearon la Plataforma de Afectados por el Radar, con más de un millar de integrantes y que ha convocado movilizaciones para solicitar que se anularan las multas y se devolvieran los puntos del permiso de conducir retirados.
El alcalde de Torredembarra, Daniel Masagué (CiU), firmó un decreto a finales de noviembre por el que suspendía durante tres meses la aplicación de las sanciones impuestas por el radar en la población entre julio y octubre pasados, pero la plataforma no se fía porque los vecinos han seguido recibiendo sanciones.
El informe, que divide en tres tramos el itinerario estudiado -las carreteras T-214 (1), T-210 (2) y N-340a (3)-, detecta "una falta de señalización de radar en el inicio de los tramos en dirección salida del núcleo urbano, pese a la reciente implantación de un radar informativo de un radar informativo en el tramo 1".
El RACC señala que este radar informativo, que indica con una sonrisa o una mueca si la velocidad es correcta o no, "aumentaría sustancialmente su utilidad si se situara a la entrada de la población para disuadir a los vehículos que proceden de vías donde se permite una velocidad más elevada".
El informe del RACC indica asimismo que "en la mayoría de tramos el límite de velocidad se considera excesivamente reducido, ya que hay diversas zonas que tienen una tipología de vía interurbana. En estos casos, se ha recomendado una velocidad de 70 km/h".
Así, en el tramo 1, el RACC considera que se trata de una vía interurbana y propone "el aumento de la limitación a 70 km/h", aunque tras la rotonda se convierte en un tramo urbano y "aunque este hecho no se señaliza", propone limitar la velocidad a 50 km/h.
En el tramo 2, "mayoritariamente uniforme y de tipología urbana, con interacción con ciclistas, peatones y transporte público, se considera correcta una limitación global de 50 km/h", mientras que no es necesaria la limitación a 20 km/h en pequeños tramos porque los elementos disuasorios instalados (bandas sonoras) ya la aconsejan.
En el tramo 3, se recomienda una limitación de velocidad de 70 km/h, que se puede rebajar a 50 km/h en el paso por la rotonda, indica el RACC, para el que "la reciente implementación de señalización del límite a 50 km/h en las diferentes salidas significa un aumento de información, pese a que en algunos casos todavía hay confusión sobre el límite de velocidad, que se ve agravado por la inexistencia de información sobre el inicio/final del núcleo urbano".
"El estudio dice que falta información cuando hay cambio de señalización y se pasa de zona interurbana a urbana, que la señalización es mejorable y que es preferible informar más al usuario antes que sancionarle", ha apuntado a Efe el delegado del RACC en Tarragona, David Marcet.
El RACC, que ha entregado esta semana el informe al Ayuntamiento de Torredembarra y a la Plataforma, espera actuar "como mediador para encontrar una solución buena para ambas partes.
El Ayuntamiento de Torredembarra, por su parte, estudia cómo solucionar el conflicto, ya que no puede anular las sanciones sin caer en un delito de prevaricación, pues la gestión y la recaudación de las multas la efectúa la Diputación de Tarragona a través del organismo descentralizado BASE.
El consistorio, tampoco tiene competencias para devolver los puntos retirados del permiso de conducir, tal como reclama la PAR, que en febrero decidirá si lleva el caso a los tribunales. EFE